HUELGAS ENCUBIERTAS
Las huelgas por suerte son legales por ley,
es un derecho que posee el trabajador para revindicar sus derechos en caso de
ser vulnerados.
Es una forma de protegernos ante alguna
injusticia en cualquier ámbito de nuestra vida laboral.
Somos unos cuantos millones que trabajamos en
pequeñas o medianas empresas; cuando tenemos una incidencia en nuestros
acuerdos laborales, cobrar nuestro salario en porciones o tardíos, hacer más
horas de las estipuladas por la ley nunca remuneradas, cuando nuestro espacio y
tiempo de descanso debemos realizar en cualquier esquina invisible de nuestro
centro de trabajo o realizar tareas que no nos pertenecen por falta de
organización en la empresa, no nos queda otra que acogernos a nuestra ley
personal la del “Ajo y agua”.
La celebre y esculpidora frase de “si no te
gusta ya lo sabes” “hay doscientos para ocupar tu lugar” “es lo que hay”…
¿Porqué estos millones de personas en las que
me incluyo no tenemos el derecho a la huelga, la facilidad y los medios de paralizar
un país? ¿Por qué cuando tenemos problemas y nuestro colectivo no está identificado por sindicatos y nos dan
de lado sin ninguna fuerza ni derecho al pataleo?
Como todas las obligaciones y derechos deben
ser aplicados con justicia y mesura.
Llego tarde a mi lugar de trabajo porqué un
colectivo que se dedica exclusivamente a trasladar en medios automatizados y
rodados a la gran mayoría de la población a sus lugares de destino, revindican
sus derechos y aplican sus leyes al libre albedrío por el echo tan solo de
pertenecer a un sindicato y tener la sartén por el mango.
¿Y mis derechos?
No respetan mis horarios de trabajo ni mis
merecidos cinco minutos de descanso
“Algunos paralizan el país
por ello”
No tengo parking para mi coche en mi lugar de
trabajo.
“Algunos paralizan el país por ello”
Nadie me prepara un calendario de trabajo
donde refleje mis horas de trabajo, descanso, retribuciones, vacaciones.
“Algunos paralizan el país por ello”
¿Por qué existe tal discriminación con
trabajadores de un mismo país? ¿Acaso no pagamos nuestra seguridad social,
impuestos, retenciones? ¿Acaso no tenemos los mismos gastos que los protegidos
por los sindicatos; hipotecas, luz, agua, hijos?
¿Es que nos cansamos y sufrimos menos o
producimos aletargados y sin pasión por no pertenecer a un colectivo que abusa
sistemáticamente de su fuerza, recurriendo no a la huelga sino al chantaje,
jorobando a los otros miles de trabajadores que por su culpa, por detener el
trafico o abolir servicios peligran nuestros empleos?
Cuantas veces han negado una huelga cuando convoyes
y demás transportes han esgrimido averías y problemas técnicos cuando la
realidad que todos sabemos, no somos tan entupidos, son huelgas encubiertas
aprovechando así ser oídos sin ningún respeto por los demás mortales.
Programan sus huelgas en festivos sonoros,
Navidades, Semana Santa, puentes etc. nada les importa mortificar a los demás labriegos,
solo cuentan sus reivindicaciones y no le hacen ascos a chantajear a todo un país.
Los gobiernos aceptan impunemente que
diferentes colectivos de un mismo pueblo tenga diferencias laborales y
privilegios abusivos.
Bien por ellos, que sean muy felices y que
les dure la buenaventura.
Esther
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